miércoles, 9 de marzo de 2011

George Bernard Sperber y la traducción

A fines de 2010 participé del Simposio «Interpretação de Conferência: Pesquisa, Formação e Atuação Profissional» organizado por el Centro Interdepartamental de Tradução e Teminologia da USP (CITRAT). Allá, tuve el gusto de conocer al profesor y doctor George Sperber y asistí a una de sus conferencias: «Competências fundamentais do intérprete de conferências».

George Bernard Sperber, gentilmente, aceptó concederme una pequeña entrevista donde conoceremos un poco más sobre su trayectoria profesional.

¿A qué se dedicaba antes de entrar al mundo de la traducción? ¿Cómo se dio este proceso?
Comencé trabajando como «cadete» a los 14 años, en Buenos Aires, durante las vacaciones escolares. A partir de los 16 años, ya trabajé sin interrupción. Fui «cadete», cobrador, archivista y un poco de todo en mis dos empleos en Bs. As. Después que vine definitivamente al Brasil, en 1961, trabajé como dibujante y decorador en la empresa «Ambiente». Y después, ya en 1963, fui a trabajar como intérprete de un ingeniero yanqui en la empresa «Clorotécnica», pero sin darme cuenta de que estaba siendo intérprete. En 1969 «Clorotécnica» cerró y quedé desempleado durante seis meses. Entonces entré como redactor a TV Cultura y, en 1970, fui enviado como participante de esa emisora a un Seminario Brasileño de Teleducación, realizado en 1970 en Rio de Janeiro. En ese seminario fui invitado, casi casualmente, a ser el intérprete de un señor , Walter Flemmer, de TV de Baviera, que vino a hacer una conferencia. Ahí sí fui intérprete conscientemente. En 1972 fui como becario a Munich y pasé a vivir con mi familia cerca de lo de los Flemmer. En 1974 este señor fue invitado a hacer un ciclo de conferencias en los entonces 7 Institutos Goethe en Brasil, y yo lo acompañé como intérprete. Y cuando volví de Munich al Brasil, en 1975, comencé a trabajar regularmente como intérprete, ya no apenas consecutivo sino también simultáneo, sin parar hasta hoy.

Mis trabajos de traductor escrito comenzaron más o menos en la década de 60. En 1979 me presenté a los exámenes para trabajar como traductor público en São Paulo. Pasé en alemán, español, francés, inglés e italiano. Hoy creo ser el único traductor público en São Paulo (quizás también en Brasil), aprobado en todas esas lenguas.

¿Existen los traductores natos? ¿Quiénes fueron para Ud. los precursores de la traducción?
Creo que sí. Yo, por ejemplo, soy uno de ellos. Porque nunca hice un curso de traductor, ni de intérprete. 

Los precursores de la traducción deben haber sido algunos de los seres humanos que participaron de la construcción de la torre de Babel, y que, después que el Creador quiso confundir a los hombres haciendo que hablaran lenguas diferentes, comenzaron a aprender dos, tres, varias lenguas, y subvirtieron el deseo divino...

Yo soy judío. De hecho, hoy día, entre traductores e intérpretes hay una proporción más grande de judíos que entre la población en general. En los siglos pasados, los judíos fueron perseguidos y obligados a cambiar de países. Así aprendieron varias lenguas y, casi automáticamente, se transformaron en traductores e intérpretes. Claro que esta es una idea que tendría que ser investigada científicamente, algo que yo no he hecho.

¿A qué personalidades ha tenido que interpretar?
En los 36 años en que ejerzo sin interrupción la profesión de intérprete, ya trabajé con todos los Presidentes del Brasil, desde Ernesto Geisel hasta Dilma Roussef (excepto Itamar Franco), con todos los primeros ministros de Alemania, desde Willy Brandt y Helmut Schmidt (estos dos como ex primeros ministros) hasta Angela Merkel, todos los presidentes alemanes (desde Walter Scheel hasta Horst Köhler), dos primeros ministros de Austria (Wolfgang Schüssel y Alfred Gusenbauer) y un presidente austríaco (Heinz Fischer). Y muchísimos diputados, ministros, etc.

En el campo cultural trabajé para artistas plásticos, escritores, cineastas, bailarinas, filósofos. El punto alto sin duda fue Jürgen Habermas, de quien me hice amigo, por increíble que parezca.
Y anécdotas… Esas me las reservo para mis memorias.

¿Es muy diferente interpretar una persona común y a una gran personalidad?
Sí. Uno se queda más nervioso…

¿Cuáles son los requisitos básicos para ser un buen traductor?
Hay que conocer con toda la perfección posible todas las lenguas con las cuales se pretende trabajar. Hay que tener conocimientos los más amplios posibles sobre el mayor número posible de asuntos. Hay que ser flexible y rápido de raciocinio. Y hay que tener lo que yo llamo de desparpajo. O sea, hay que saber improvisar con talento cuando no se sabe como traducir alguna palabra o concepto.

George Bernard Sperber es traductor e intérprete, licenciado en Lenguas: Alemán por la USP (Universidade de São Paulo), licenciado en Arquitectura y urbanismo por la Universidad de Buenos Aires; con doctorado en Filosofía por Ludwig-Maximilians-Universität.

3 comentarios:

Damiana Tradutora dijo...

Me gustó la teoría del desparpajo. Y seguro que ella solamente es posible con un conocimiento amplio de todo. Excelente entrevista!

Anónimo dijo...

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muito bom! sperber é sem dúvida o grande papa da interpretação no brasil.