sábado, 2 de abril de 2011

Conocimientos y habilidades necesarias a la hora de traducir

Hoy en día, los traductores tenemos muchas herramientas a nuestra disposición que van desde los diccionarios en papel y en línea, pasando por los glosarios hasta llegar a los programas informáticos, entre otros; pero además de todos estos recursos contamos con nuestra principal herramienta que es nuestro propio cerebro, lo que deja en total desventaja a la traducción  automática, por más que esta surja como el nuevo bum del momento. 

A continuación veremos algunas de las habilidades y conocimientos que todo buen traductor debe tener:

-  - Entendimiento sobre géneros textuales, que consiste en la capacidad de análisis de los documentos que vamos a traducir, esto quiere decir, identificar el tipo de texto con el cual trabajaremos.
-
-  - Metacomunicación; nos permite asegurarnos de la comprensión del texto que vamos a traducir, es por eso, la importancia de ver el texto antes de asumir un proyecto, ya que por nuestra experiencia podremos asumir o no, determinados tipos de textos. Por eso están los traductores que trabajan con las áreas de comunicación, literatura, médica, ingeniería y así sucesivamente.

-  - El conocimiento comunicacional o habilidad para trabajar con un texto y saber hacer las debidas adecuaciones textuales de acuerdo con el área de trabajo. Dentro de esto, podríamos mencionar, el estilo. Este punto es tan importante que, tenemos los manuales de estilo que son elaborados por organismos y hasta por algunas empresas privadas preocupadas con la comunicación y su público objetivo.

-  - Conocimiento elocucional, pues claro, porque solo un traductor y no una máquina, es capaz de reconocer un texto así como las intenciones de comunicación del productor del texto o autor; porque no traducimos solo palabras y sí, ideas.

-   - Conocimiento de mundo o enciclopédico; a pesar que hoy en día contamos con muchas herramientas: diccionarios, glosarios y demás; nuestra vivencia personal y las informaciones con la que contamos son muy importantes, ya que debemos saber todo lo que hay de mejor y peor porque así como podemos recibir una traducción académica, técnica, también podemos recibir un texto muy informal lleno de jergas, y si no contamos con el conocimiento necesario puede volverse imposible realizar dicho trabajo. Por eso, la vivencia personal y nuestro grado de curiosidad son muy importantes, así como también, la lectura y cuando hablamos de lectura, me refiero a la lectura que va desde los libros y compendios hasta los afiches, propagandas, envases, prospectos médicos y más; por lo tanto, siempre debemos estar al tanto del acontecer mundial.

-   - Por último, no por eso menos importante y tal vez, el más importante de todos, es el conocimiento lingüístico ya que este abarca nuestro conocimiento lexical y gramatical; importante para escribir un buen texto, pues claro, porque los traductores acabamos en cierta forma siendo escritores. Merece la pena enfatizar la importancia de este punto a la hora de la corrección de nuestros textos.

Bueno, por estos y otros motivos, creo que nuestra profesión no perecerá como muchos la pronostican desde el surgimiento de las «famosas» memorias de traducción (herramientas TAO) hasta los tiempos actuales con la traducción automática.

Como sabemos, las principales capacidades del ser humano son: comunicar y construir, capacidades por las cuales ninguna máquina o programa nos superará.





miércoles, 9 de marzo de 2011

George Bernard Sperber y la traducción

A fines de 2010 participé del Simposio «Interpretação de Conferência: Pesquisa, Formação e Atuação Profissional» organizado por el Centro Interdepartamental de Tradução e Teminologia da USP (CITRAT). Allá, tuve el gusto de conocer al profesor y doctor George Sperber y asistí a una de sus conferencias: «Competências fundamentais do intérprete de conferências».

George Bernard Sperber, gentilmente, aceptó concederme una pequeña entrevista donde conoceremos un poco más sobre su trayectoria profesional.

¿A qué se dedicaba antes de entrar al mundo de la traducción? ¿Cómo se dio este proceso?
Comencé trabajando como «cadete» a los 14 años, en Buenos Aires, durante las vacaciones escolares. A partir de los 16 años, ya trabajé sin interrupción. Fui «cadete», cobrador, archivista y un poco de todo en mis dos empleos en Bs. As. Después que vine definitivamente al Brasil, en 1961, trabajé como dibujante y decorador en la empresa «Ambiente». Y después, ya en 1963, fui a trabajar como intérprete de un ingeniero yanqui en la empresa «Clorotécnica», pero sin darme cuenta de que estaba siendo intérprete. En 1969 «Clorotécnica» cerró y quedé desempleado durante seis meses. Entonces entré como redactor a TV Cultura y, en 1970, fui enviado como participante de esa emisora a un Seminario Brasileño de Teleducación, realizado en 1970 en Rio de Janeiro. En ese seminario fui invitado, casi casualmente, a ser el intérprete de un señor , Walter Flemmer, de TV de Baviera, que vino a hacer una conferencia. Ahí sí fui intérprete conscientemente. En 1972 fui como becario a Munich y pasé a vivir con mi familia cerca de lo de los Flemmer. En 1974 este señor fue invitado a hacer un ciclo de conferencias en los entonces 7 Institutos Goethe en Brasil, y yo lo acompañé como intérprete. Y cuando volví de Munich al Brasil, en 1975, comencé a trabajar regularmente como intérprete, ya no apenas consecutivo sino también simultáneo, sin parar hasta hoy.

Mis trabajos de traductor escrito comenzaron más o menos en la década de 60. En 1979 me presenté a los exámenes para trabajar como traductor público en São Paulo. Pasé en alemán, español, francés, inglés e italiano. Hoy creo ser el único traductor público en São Paulo (quizás también en Brasil), aprobado en todas esas lenguas.

¿Existen los traductores natos? ¿Quiénes fueron para Ud. los precursores de la traducción?
Creo que sí. Yo, por ejemplo, soy uno de ellos. Porque nunca hice un curso de traductor, ni de intérprete. 

Los precursores de la traducción deben haber sido algunos de los seres humanos que participaron de la construcción de la torre de Babel, y que, después que el Creador quiso confundir a los hombres haciendo que hablaran lenguas diferentes, comenzaron a aprender dos, tres, varias lenguas, y subvirtieron el deseo divino...

Yo soy judío. De hecho, hoy día, entre traductores e intérpretes hay una proporción más grande de judíos que entre la población en general. En los siglos pasados, los judíos fueron perseguidos y obligados a cambiar de países. Así aprendieron varias lenguas y, casi automáticamente, se transformaron en traductores e intérpretes. Claro que esta es una idea que tendría que ser investigada científicamente, algo que yo no he hecho.

¿A qué personalidades ha tenido que interpretar?
En los 36 años en que ejerzo sin interrupción la profesión de intérprete, ya trabajé con todos los Presidentes del Brasil, desde Ernesto Geisel hasta Dilma Roussef (excepto Itamar Franco), con todos los primeros ministros de Alemania, desde Willy Brandt y Helmut Schmidt (estos dos como ex primeros ministros) hasta Angela Merkel, todos los presidentes alemanes (desde Walter Scheel hasta Horst Köhler), dos primeros ministros de Austria (Wolfgang Schüssel y Alfred Gusenbauer) y un presidente austríaco (Heinz Fischer). Y muchísimos diputados, ministros, etc.

En el campo cultural trabajé para artistas plásticos, escritores, cineastas, bailarinas, filósofos. El punto alto sin duda fue Jürgen Habermas, de quien me hice amigo, por increíble que parezca.
Y anécdotas… Esas me las reservo para mis memorias.

¿Es muy diferente interpretar una persona común y a una gran personalidad?
Sí. Uno se queda más nervioso…

¿Cuáles son los requisitos básicos para ser un buen traductor?
Hay que conocer con toda la perfección posible todas las lenguas con las cuales se pretende trabajar. Hay que tener conocimientos los más amplios posibles sobre el mayor número posible de asuntos. Hay que ser flexible y rápido de raciocinio. Y hay que tener lo que yo llamo de desparpajo. O sea, hay que saber improvisar con talento cuando no se sabe como traducir alguna palabra o concepto.

George Bernard Sperber es traductor e intérprete, licenciado en Lenguas: Alemán por la USP (Universidade de São Paulo), licenciado en Arquitectura y urbanismo por la Universidad de Buenos Aires; con doctorado en Filosofía por Ludwig-Maximilians-Universität.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Portugués: No se habla como se escribe

«Português é fácil de aprender porque é uma língua que se escreve exatamente como se fala.» ¡Mentira! ¿Quién dijo eso?

A continuación veremos cómo escribiríamos el lenguaje oral del portugués. Considerada una de las lenguas derivadas del latín, más difíciles:

Pois é. U purtuguêis é muinto fáciu di aprender, purqui é uma língua qui a genti iscrevi ixatamenti cumu si fala. Num é cumu inglêis qui dá até vontadi di ri quandu a genti discobri cumu é qui si iscrevi algumas palavras. Im purtuguêis não. É só prestátenção. U alemão pur exemplu. Qué coisa mais doida? Num bate nada cum nada. Até nu espanhol qui é parecidu, si iscrevi muinto diferenti. Qui bom qui a minha língua é u purtuguêis. Quem soubé falá sabi iscrevê.
Comentario del humorista Jô Soares, para la revista «Veja».

En realidad, en todas las lenguas, las personas hablan de una forma y escriben de otra. 

La escritura no refleja el modo de hablar de apenas una persona o un grupo social. Por esta razón, el habla y la escritura exigen conocimientos diferentes. Por ejemplo, la mayoría dice en portugués «Eli me ensinô», sin embargo, el portugués en la variante normativa exige que se escriba así  «Ele me ensinou». Esta y otras diferencias crean muchos conflictos a la hora de aprender el portugués, incluso, para los que tienen el portugués como su lengua materna.

El cuento «Papos - Me disseram... - Disseram-me» de la obra Comédias para se Ler na Escola (2000, Editora Objetiva) de Luis Fernando Verissimo, nos muestra las interferencias del habla en la escritura y como ellas no anulan la expresividad.

Papos
- Me disseram...
- Disseram-me.
- Hein?
- O correto e "disseram-me". Não "me disseram".
- Eu falo como quero. E te digo mais... Ou é "digo-te"? - O quê?
- Digo-te que você...
- O "te" e o "você" não combinam.
- Lhe digo?
- Também não. O que você ia me dizer?
- Que você está sendo grosseiro, pedante e chato. E que eu vou te partir a
cara. Lhe partir a cara. Partir a sua cara. Como é que se diz?
- Partir-te a cara.
- Pois é. Parti-la hei de, se você não parar de me corrigir. Ou corrigir-me.
- É para o seu bem.
- Dispenso as suas correções. Vê se esquece-me. Falo como bem entender.
Mais uma correção e eu...
- O quê?
- O mato.
- Que mato?
- Mato-o. Mato-lhe. Mato você. Matar-lhe-ei-te. Ouviu bem?
- Pois esqueça-o e pára-te. Pronome no lugar certo e elitismo!
- Se você prefere falar errado...
- Falo como todo mundo fala. O importante é me entenderem. Ou
entenderem-me?
- No caso... não sei.
- Ah, não sabe? Não o sabes? Sabes-lo não?
- Esquece.
- Não. Como "esquece"? Você prefere falar errado? E o certo é "esquece" ou
"esqueça"? Ilumine-me. Me diga. Ensines-lo-me, vamos.
- Depende.
- Depende. Perfeito. Não o sabes. Ensinar-me-lo-ias se o soubesses, mas não
sabes-o.
- Está bem, está bem. Desculpe. Fale como quiser.
- Agradeço-lhe a permissão para falar errado que mas dás. Mas não posso
mais dizer-lo-te o que dizer-te-ia.
- Por que?
- Porque, com todo este papo, esqueci-lo.




Fuente: UOL Educação y UOL Pensador

lunes, 21 de febrero de 2011

¡Qué linda «camisinha»!

Pues sí, «camisinha» significa preservativo, condón, jebe, goma, en portugués; pero yo me refería a la linda camisa que había recibido de regalo el día que llegué a Brasil. 

A pesar que había terminado mi curso intensivo de portugués antes de venir a Brasil, todo me sonaba muy raro, los acentos, etc. Lo que uno aprende en  la academia de idiomas es una cosa, pero otra muy diferente es el día a día en un país de habla diferente a la nuestra.

Me sucedieron tantas cosas que no me las explicaba ya que eran de lo más inusitadas. La lengua portuguesa me encantó desde el primer momento de contacto y había sido un muchacho aplicado en el curso, además de eso, siempre recibía material de apoyo de una amiga brasileña, vía correo; pero cómo hacerle cuando yo había aprendido un perfecto «Como você está?» cuando al encontrarme con amistades del nuevo país me salían con un «Comocetá?» o un «Cetábem?». Parece gracioso y después de 11 años, es un cague de risa, pero en aquella época no lo era y hasta llego a ser un tanto frustrante porque todita la gramática me la había estudiado y en ese momento, parecía que no me servía de nada. Muchas veces la pronunciación de la lengua portuguesa es muy diferente de la escritura, por ejemplo si en español escribimos papel, en portugués también, sólo que en portugués se lee «papeu». Yo había aprendido el portugués con un método de enseñanza de Portugal y había trabajado mucho con el pronombre «tu» que hasta me resultaba más fácil por su semejanza con el español, pero en São Paulo, casi nunca se usa el «tu» y sí, «você».

Las aventuras fueron de lo más ridículas y graciosas; recuerdo el día que antes de empezar las clases decidí agarrar el periódico —específicamente los clasificados— en busca de un empleo temporal y había un anuncio que decía: «precisa-se de gançons e garçonetes», era cerca de casa y no era una mala idea la experiencia. Decidí llamar por teléfono y candidatearme a la vacante del «garçom»*, pero fue demasiado tarde porque la vacante ya había sido tomada, entonces le dije «senhorinha»**, imagínense ya cara de la tipa al otro lado del teléfono: «restam vagas para garçonete?»***. Fue mortal.

*garçom: mozo, camarero.
** senhorinha: señora de muy avanzada edad o muy humilde.
*** garçonete: femenino de mozo, camarero.

Claro que ya hace mucho tiempo de todo esto y hoy puedo considerar el portugués mi segunda lengua, la que siempre me encantó y sedujo, la que puedo decir que domino, uso, estudio y hace parte de mis lenguas de trabajo.
Por eso, si aprendes una lengua extranjera porque te gusta, porque es importante para tu currículo, porque es necesario para desempeñar tu trabajo.... recuerda que además de un exhaustivo estudio de la gramática, de la práctica oral y auditiva, merece mucho la pena la experiencia de un intercambio porque además de ser una experiencia sin igual para aprender una lengua, también es una experiencia cultural enriquecedora.


jueves, 10 de febrero de 2011

Mi ordenador se malogró, se ha roto, no funciona más, se echó a perder... ¿Y ahora?

Hoy la empleada, la que nos hace el almuerzo y nos mima con sus deliciosas tortas no ha llegado hasta ahora y no tenemos como ubicarla porque no usa celular. De hecho, me parece una barbaridad. Ella tampoco usa Internet, pues bien, por su trabajo y su resistencia a la tecnología no tiene ni un correo electrónico y de seguro nunca la encontraré en Twiter o Facebook, en fin.

Bueno, el asunto es otro, es discutir un poco la importancia de la tecnología y de estar conectados, como parte de nuestro trabajo. Un colega ha regresado de Irlanda y su PC no prende más, justo la nueva, la que tiene el Trados y todo lo más importante. Por suerte, tiene la vieja de reserva, pero igual pierde trabajos por no tener el Trados instalado en la vieja. Problema: El reparo debe demorar unos días y no hay una fecha exacta de entrega porque entró a la fila de espera de la asistencia técnica.

Ayer otro colega tuvo un problema similar, el técnico debe demorar unos 15 días para hacer el reparo de su ordenador (La compu, la PC, la computadora o hasta el computador...como prefieras llamar a esta preciosa herramienta de trabajo).

Me pregunto si soy exagerado, creo que respiro Internet, y no sabría vivir sin ella. Cómo estar sin trabajar 15 días por culpa del técnico de informática.

Ahí viene la cuestión…PREVENCIÓN. Hoy en día, los ordenadores son una maravilla y la conexión de Internet ni hablar, entonces lo que menos pensamos es que nos pueda ocurrir algún problema....pero sucede.

Recomendaciones:

- Tener un técnico de confianza en la agenda telefónica, uno que podamos llamar y que nos pueda atender a domicilio y resolvernos el problema al toque. Trabajamos con Internet, necesitamos estar conectados para trabajar y vivir; entonces, un día sin ordenador significa un día menos de trabajo a fin de mes y no por eso, tendremos menos cuentas que pagar.

- Un USP (Sistema de alimentación ininterrumpida), los hay de todos los tipos y potencias; en el caso de un apagón (tuvimos dos la semana pasada en São Paulo) el USP nos proporcionará energía eléctrica por unos 15 minutos o más, tiempo suficiente para grabar todos los trabajos en los cuales estamos trabajando, además, evita que se nos queme la fuente.

- Un Disco duro externo, en él podremos guardar un copia de todo lo que tenemos en el ordenador, hay algunos que guardan los datos automáticamente una vez al día. Hay que ver cuál es la mejor configuración del mismo, que atienda nuestras necesidades.

- Guardar el ordenador viejo, sí, podría ser chatarra electrónica, pero si no tenemos un portátil además del ordenador, podemos guardar el viejito para el caso de emergencias.

Bueno, más vale prevenir que lamentar.




jueves, 6 de enero de 2011

Curiosidades y mitos de la traducción

Moisés es una de las obras primas del artista renacentista Miguel Ángel. Pero, ¿Moisés con cuernos? ¡Qué blasfemia!

La  escultura está es la iglesia de San Pedro encadenado, Roma.

Al observar detenidamente la estatua, podemos comprobar que Moisés aparece con un par de cuernos que le nacen por debajo del cabello.

Una explicación para lo ocurrido es la traducción errónea de karan que significa rayos (de luz) en lugar de keren que significa cuernos, realizada por San Jerónimo al latín. El padre de la traducción fue víctima de un desacierto, pero con seguridad, se trata del único error de traducción de la historia universal que fue labrado en mármol por Miguel Ángel.

Que esta curiosidad no sirva como crítica contra nuestro patrono de la traducción, y sí, como una reflexión sobre la importancia de la corrección de textos dentro del proceso de traducción e interpretación.
También nos cabe la siguiente reflexión: que aunque la profesión de traductor esté económicamente en un nivel bastante bajo hoy en día, y aunque traten de sustituirnos por la traducción automática; la profesión de traductor es la más antigua del mundo y su importancia para la historia de la cultura la deja muy en alto.

Nota: Más adelante debo escribir más sobre este asunto. ¿Mito o verdad?

viernes, 24 de diciembre de 2010

El famoso término «spa»


El término inglés spa significa 'balneario' y procede de la ciudad belga de ese nombre (Spa), conocida por sus baños desde la época romana. Y la teoría más difundida, aunque falsa (se trata de una etimología popular), sobre el origen de ese topónimo es que proviene de las siglas de las expresiones latinas salus per aquam o sanitas per aquam.

A partir del siglo XVII, el término comienza a generalizarse como nombre común para fuente termal o establecimiento balneario en inglés (de ahí que se piense erróneamente que su origen deriva de una palabra inglesa), para extenderse más adelante a otras lenguas.

Una de las razones por las que el término spa se ha extendido es que un balneario es un establecimiento sanitario que reúne ciertas condiciones legales, lo que impide usar esa palabra —balneario― en otros tipos de centros.
Otras palabras como baños, termas y caldas pueden servir como sustitutas, aunque no siempre se ajustan a la naturaleza de los establecimientos conocidos como spa.

Ante la necesidad de emplear un término diferenciado y para evitar el anglicismo crudo de spa, algunos proponen que, siempre que sea posible, se traduzca por balneario, baños, termas o caldas, y cuando no sirva ninguna de esas palabras, se propone adoptar el término inglés castellanizado como espá (con plural espás), tal y como se viene haciendo en nuestra lengua con casos parecidos: scanner = escáner (escáneres), standard = estándar (estándares), scooter = escúter (escúteres), slogan = eslogan (eslóganes), etc. Su género es masculino: el espá, los espás.

No obstante, dado el rápido proceso de inclusión del término en la sociedad española y, por ende, en la lengua española, otra postura, siguiendo a Mourelle Mosqueira (2007), es la de dejar el término tal cual, como se ha venido haciendo en todos los países, es decir, simplemente «spa».


Fuentes:
Fundéu BBVA
PuntoyComa nº 120