De qué sirve esta ciudad llena de plazas y alamedas
si en el transcurso de mis días en esta ciudad
mis pensamientos vuelan solitarios
porque tú ya no me esperas.
De qué sirve tanto paisaje verde bajo este cielo azul
sin ti a mi lado.
De qué sirve la luna llena en una noche propicia para los amantes,
si en la inmensa oscuridad de esta ciudad, no hay quien me quiera.
De qué sirve la palabra amor si la multitud no ve la fiesta de colores
que nos ofrecen los pájaros,
no ve el albor inmaculado de las garzas a las orillas del río
ni la sonrisa espontánea de la alegría.
De qué sirve mirar a los demás con desamor,
con la sola expectativa de un momento de deleite amoroso.
De que sirven dos soledades abarrotadas de realizaciones individuales.
De qué sirve...
Doña Zoila ya está preparando el azafate con la pierna de chancho acompañada de algunas papas y camotes, así como la rica ensalada de manzana verde y apio, receta que se la dio doña Emperatriz.
¡Qué ricura! ¡A ver si me guardan un poco, pasaré después de las doce! — grita Jorgito, desde la calle.
Aquí va la receta de Doña Emperatriz que se la pasa a todas las vecinas y aún en los trópicos brasileños causa sensación:
Ensalada de Apio
- Apio
- Manzana verde
- Pasas negras
- Limón
- Mayonesa
Remoje las pasas en una taza de agua de té, también pueden hacerse en vino dulce. Escurra y seque.
Pique el apio y póngalo en agua fría por 1/2 hora. Escúrralo.
Pele y pique la manzana. Échele un poco de zumo de limón para que no se ponga oscura.
Junte todo con la mayonesa. Añada un poco de sal también puede añadir pimienta negra al gusto.
Cuando doña Zoila termina; Dany le dice que irá a la Feria del Altiplano a comprar las flores amarillas y los racimos de trigo para adornar la mesa.
- Hija, no te olvides de comprar un racimo de flores del campo para el baño de más tarde – le dice Zoila.
- Está bien, mamá.
Las hijas de doña Charo igualmente se preparan para el año nuevo, limpiando la casa y juntando la ropa vieja para quemarla a la noche en la frentera de la casa como los demás vecinos. Del mismo modo, ya dejaron la maletita a la mano, para empezar a correr con ella e ir a dar una vuelta a la manzana, como lo hace la mayoría, sí, es una costumbre antigua, dicen que es para que se viaje todo el año. Sea verdad o una superstición más del pueblo, hace algunos años corrí toda la vuelta a la manzana y ese mismo año, partí hacia el otro lado del continente.
Después de que Nelva, Luz y Beatriz terminaron de limpiar la casa, colocaron un limón en cada esquina de la casa, limones que botarán a la basura en la mañana del próximo año.
Carlos que viene del valle a pasar las fiestas a la ciudad, trayendo el vino añejo de la cosecha anterior y no dejó de guardar en sus bolsillos las pequeñas alforjas con arroz, trigo y lenteja, para que el nuevo año sea un año próspero y abundante.
Lizeth le dice a su madre que no se olvide de las uvas, a la medianoche, ambas deberán comer doce uvas, una por cada mes y pedir un deseo por cada uva.
Es así como en la bella ciudad blanca a las faldas del Misti, el cual se verá iluminado por las luces de cohetes, castillos y otros fuegos artificiales que serán reventados a la medianoche, se despide un año más, con la esperanza de un año mejor y siguiendo las costumbres chacareras.