jueves, 7 de marzo de 2013

Cómo elaborar un correo electrónico de trabajo pidiéndole ayuda a un profesor o investigador científico al que nunca hemos visto o con quien nunca hemos conversado, o que ni siquiera sabe que existimos


Estaba yo en las redes cuando una colega, Denise Bottmann, compartió en su muro las recomendaciones de Nikelen Writer sobre cómo debemos dirigirnos a un nuevo profesor o investigador científico que aún no conocemos. Este año en la universidad nos estamos preparando para la tesis y buscando a nuestros futuros orientadores, por eso me pareció pertinente traducir y compartir estas recomendaciones sencillas y claras sobre el asunto.

Nikelen Writer es una escritora brasileña, tiene 4 libros de literatura fantástica publicados.

Cómo elaborar un correo electrónico de trabajo pidiéndole ayuda a un profesor o investigador científico al que nunca hemos visto o con quien nunca hemos conversado, o que ni siquiera sabe que existimos.


1. Sé educado y escribe con corrección, sin caja alta (gritos no hacen con que una persona te responda).



2. Asume el tono de quien está pidiendo y no dando órdenes. Recuerda que el que te responda lo hará por una cuestión de buena voluntad y no porque tiene alguna obligación de responderte.


3. Preséntate sin imaginar que la persona tiene una bola de cristal. Dile quién eres, qué haces, cuál es tu interés al entrar en contacto. Sé sucinto, pero no midas palabras para darle las informaciones que hagan con que el interlocutor se interese en ayudarte.


4. Informa cómo te enteraste de su trabajo y por qué crees que su ayuda te será valiosa.



5. Finalmente, pregunta, demanda, solicita y, principalmente, agradece desde ya cualquier tiempo que la persona pueda dedicarte.

Si no sigues estos pasos, entenderás porque las personas no te responden, sí aún así, sin seguir estas reglas, algún santo te da atención, ten esto en mente: es un santo. 

;-)