jueves, 21 de octubre de 2010

Vida de traductor

En la entrevista concedida esta semana por mi colega y profesora Carmen Carballal, tenemos la oportunidad de conocer un poco más de la labor de los traductores e intérpretes, amantes de las letras, investigadores insaciables por los idiomas.


Carmen, ¿Cómo aprendiste el español?
En realidad, el español fue el primer idioma que aprendí en mi hogar. Nací en Brasil, pero mis padres eran inmigrantes españoles, por lo que nos hablaban en español. Además, vivíamos en un barrio donde se establecieron muchos españoles. Aprendí el portugués cuando fui a la escuela.

¿Puedes hablarnos un poco de sobre tu aprendizaje, con relación al español?
El español ya lo hablaba, pero el aprendizaje formal se dio en el Colegio Español Miguel de Cervantes, en São Paulo. Me licencié en Psicología, en Brasil, y fui a vivir en España, donde me licencié en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid.

¿Puedes describirnos tu experiencia con el mundo hispano?
Pues, además de mi familia, que hoy ya está más mezclada en Brasil, tengo familiares también en España y Argentina. Trato de viajar todos los años a España. En el ámbito profesional, trabajo como traductora e intérprete de conferencias y tengo mi empresa. Durante muchos años impartí clases de español y recién dejé de impartir clases de interpretación simultánea.

¿Existen concepciones erróneas en cuanto al español?
Sí. Hay incluso un chiste en Brasil que dice que todos los brasileños hablan español o, al menos, «portuñol», y que todos entienden el español. Es una idea muy equivocada. Si bien el español sí se acerca bastante al portugués, porque tiene el mismo origen latino, no es lo mismo, no se escribe igual y no se habla igual.... además, hay los «falsos amigos», la pronunciación, la construcción, los acentos... Durante el tiempo que impartí clases, muchos alumnos me decían que preferían estudiar el español porque era más fácil, porque entendían todo, etc... Luego, después que lo aprendían, es decir, los que llegaban a aprenderlo bien, me decían que estaban totalmente equivocados. Pero esto también ocurre entre los profesionales... muchos se arriesgan (porque así es... «arriesgarse») a traducir, ya sea textos o en cabina, desde y hacia el español. Bueno, se ve de todo...

¿Tienes algún consejo para darnos? (como traductora intérprete)
Bueno, ¿qué podría decirles yo? Pues, que trabajen con lo suyo, es decir, con lo que de hecho saben y para lo que están realmente capacitados. Que manejen los idiomas que conocen de verdad, porque para ser traductor e intérprete el requerimiento mínimo es que se dominen totalmente dos o más idiomas.
Si alguien tiene debilidades en los idiomas que maneja, eso se agrandará muchísimo en la cabina, donde tenemos que manejar otros elementos, como velocidad, interferencias, acento, conocimiento específico, técnico, etc. Son miles de cosas que pueden pasar allí.
Además, no se puede dejar de estudiar, actualizarse, prepararse para el trabajo. Creo que lo mínimo que debe tener un traductor e intérprete es cultura, conocimiento y el gusto por el estudio. De lo contrario, no tendrá éxito en esta profesión.

¿Cuáles son tus planes para el futuro?
¡Huy!, ¿qué sé yo? En el ámbito profesional, seguir con mi trabajo, que me encanta, y perfeccionarme cada día más. En el ámbito personal, tengo muchos planes, jejeje.

Descríbenos un día típico, como traductora intérprete
Bueno, puedo hablar de un día típico mío... pues cada traductor e intérprete les contará una rutina distinta. Mi despacho está en mi casa, entonces, si no voy a trabajar en algún evento, me quedo en mi despacho todo el día traduciendo textos (y, a veces, parte de la noche). Por lo general tengo bastante trabajo escrito. Luego, si tengo que trabajar en algún evento, me preparo antes (uno, dos o más días antes, según el tema y la cantidad de material que nos envíen) y luego trabajo en la cabina, por lo general con un compañero o compañera. 

Carmen Carballal, traductora e intérprete de conferencias.
Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid, España, y en Psicología, en Brasil, también fue alumna del Colegio Miguel de Cervantes, en São Paulo. Es socia en la Atelier das Palavras y lleva más de 11 años actuando como traductora de los idiomas portugués y español, con diversos trabajos publicados. Es intérprete de conferencias desde 2003 y cuenta con más de 600 días de trabajo en cabina de interpretación simultánea, en eventos sobre los más diversos temas, en Brasil y en el exterior. Impartió clases de español durante más de 10 años y fue instructora de prácticas de interpretación simultánea durante 4 años.

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